Freud, que en Psicología conocemos como el padre del
psicoanálisis, hablaba de 3 fuentes de sufrimiento a las que el individuo debe
enfrentarse a lo largo de su vida: catástrofes naturales, relaciones
interpersonales y miedo a enfermarse. Hoy, el coronavirus nos enfrenta a estas
tres fuentes de sufrimiento.
Y,
aunque es cierto que el esfuerzo que se nos exigen (quedarnos en casa), parece
poco comparado con otras situaciones vividas en otro puntos del mundo, o para
otras personas; es totalmente natural que el estrés, el miedo, el enojo, las
frustraciones y la ansiedad se apoderen de algunos/as de nosotros, y el
aislamiento social nos pase factura.
Aunque
cada persona es distinta, hoy nos encontramos ante una situación nueva que nos
afecta a todos/as de alguna manera, es por ello que desde mi área profesional
me permito hacer las siguientes recomendaciones para manejar esa ansiedad que
podría presentarse en estos momentos difíciles:
Cumple
las medidas básicas de prevención:
Distancia
de un metro al menos; lava las manos a menudo; utiliza guantes en los lugares
indicados; cúbrete al toser; evita en lo posible tocarte la cara, dar la mano o
besar y los contactos innecesarios.
Acepta
la incertidumbre:
Si
queremos controlar todo, tener certezas absolutas, solo aumentamos las
ansiedad. Considera que es muy difícil saber cifras exactas porque la
información está cambiando constantemente.
Es común que muchos de nosotros
tendamos a buscar
información una y otra vez intentando encontrar en esta sobreinformación una
sensación de control. Y esto no siempre es bueno, la razón principal es que hay
muchas falsedades circulando y ello es precisamente lo que te genera más
ansiedad. Por eso te sugiero hacer lo siguiente:
·
Elige
dos o tres fuentes fiables e intenta no salirte de esas fuentes.
· Establece
horarios para consultar esas fuentes. Por ejemplo: Has visto en alguna película
la toma en donde una persona bebe un café y disfruta de leer un periódico? Ahora
es el momento para que empieces con esa rutina que estoy segura te traerá más
tranquilidad.
Mantén la perspectiva:
El
virus es preocupante en personas con patologías previas y personas con edades
avanzadas. Además la gran mayoría de afectados tiene síntomas leves e incluso
algunos no tienen síntomas. Recuerda que la revisión constante de los medios multiplican por diez la sensación de peligro y
miedo.
Evita obsesionarte:
Si
no paras de pensar en el virus, tienes que racionar la información. Por
ejemplo: media hora de noticias máximo. Evita estar constantemente hablando o
pensando en el tema.
Mantén
rutinas:
Respeta
horarios de sueño y comida. Mantén las tareas diarias. Reserva
momentos para ocio e intimidad. Prepara una zona de la vivienda para realizar
alguna actividad física (a día de hoy hay muchas actividades dirigidas de
ejercicios, yoga, meditación etc. en YouTube por ejemplo). Cuida tu higiene,
aspecto y vestimenta, que estés en casa no significa que debas estar todo el
día en pijama. Aprovecha para organizar o limpiar armarios o zonas más
desatendidas. Arregla ese jardín de la casa que está descuidado, cambia los
muebles de lugar y da un nuevo aire al salón, habitación, garaje, etc. Realiza
alguna actividad que has dejado para después por no tener tiempo, ahora lo
tienes, ahora puedes dibujar, pintar, aprender a tocar un instrumento. Al final
de este artículo te dejo links de ejercicios, mindfulness y yoga que podrían
serte útiles, pruébalo, hoy es el momento.
Mantén el contacto con amigos/as y seres queridos:
Aunque
tengas que permanecer en casa mantente en contacto. Reserva momentos del día
para compartir con las personas que quieres, hoy en día hay muchas opciones
como: Skype, Whatsapp, Telegram, Facebook, o simplemente con una llamada por
teléfono. Expresa cómo te sientes, y pregunta como están, como se sienten, que
hacen, que opinan, etc.
Enfrenta
la ansiedad:
Cubrirla
es contraproducente. La ansiedad es una reacción del organismo que nos prepara
ante un posible peligro, que nos mantiene alertas ante las adversidades, por
eso la ansiedad en cierto porcentaje es buena para el ser humano, en exceso
puede ser muy dura de llevar y cruel. Para reducirla puede ayudarte lo
siguiente:
·
Aprende a hacer la respiración diafragmática:
o
Pon una mano en el pecho y la otra en el estómago, para estar seguro/a
de que llevas el aire a la parte de debajo de los pulmones, sin mover el pecho.
o Al tomar aire, lentamente, lo llevas hacia abajo, hinchando un poco el
estómago y sin mover el pecho.
o Retienes un momento el aire en esta posición y luego lo sueltas lentamente hundiendo un poco el estómago y sin mover el pecho.
o Procura mantenerte relajado/a y relajarte al soltar el aire, repite el
ejercicio unas cuantas veces hasta que la calma haya vuelto.
· Colócate en una postura cómoda, en un lugar cómodo y
respira con calma y despacio, ahora toma conciencia de tus sentimientos,
pensamientos, sensaciones sin juzgarte. Esto ayuda por qué al tomar conciencia
de la ansiedad en una situación manejable, así podemos aliviarla o reorientarla de un
modo productivo.
Autocuidado:
Dormir lo suficiente, mantener el
cuerpo activo, aprender mejor a relajarnos, reírnos, cultivar el humor,
procurar controlar la alimentación y el consumo de alcohol y otras drogas, cuídate, ten paciencia contigo mismo/a, no te
juzgues, mímate. Cuídate como si cuidaras a un hijo/a. Recuerda las cosas que
te han funcionado en tu vida para sentirte mejor, para disfrutar, y recétatelas.
Resilencia:
La resilencia es la capacidad de superar
circunstancias traumáticas. Somos más fuertes y tenemos más control sobre
nuestras emociones de lo que pensamos. En las crisis nos subestimamos. Recuerda:
nos afecta más lo que pensamos sobre lo que nos pasa, que lo que realmente nos
está pasando. Si nos centramos en abordar los problemas que tenemos delante, en
el día a día, en el aquí y ahora, resolveremos mejor las importantes pequeñas
cosas.
Espero que estas sugerencias puedan serles de ayuda,
envío un abrazo virtual fuerte y mis mejores deseos para que podamos superar
esta mala etapa. Me despido con una frase que hoy, se ha convertido en mi mantra y me
ayuda a continuar: “los momentos más duros esconden muchas enseñanzas”.
A continuación les comparto un par de páginas en donde
pueden encontrar ejercicios dirigidos:
Ejercicios dirigidos mujeres:
Ejercicios dirigidos hombres:
Mindfulness meditación guiada:
Yoga dirigido y así practicas tu inglés:
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