jueves, 7 de mayo de 2020

Costumbres que perjudican las relaciones sexuales en pareja.



Hay costumbres que se van instalando lenta y disimuladamente en nuestra vida de pareja, que incluso pasan desapercibidas, pero que tienen un efecto devastador a medio o largo plazo, ¿no te parece?



Hagamos un ejercicio. Examina durante un minuto tus relaciones íntimas, ¿crees que tu pareja y tú mantienen algunas costumbres que pueden estar perjudicando sus relaciones sexuales?

Quizá estés pensando “bueno, después de varios años con la misma pareja, es inevitable tener algunos hábitos y rutinas, aunque acaben un poco con la pasión”. Sí, te doy la razón hasta cierto punto, el simple transcurrir del tiempo hace que automatices muchos de tus actos, incluidos los sexuales.

Lo hacemos inconscientemente, de ahí que la primera sugerencia sea precisamente tomar conciencia de cuáles son y del peso que pueden estar teniendo en la bajada de satisfacción sexual.

Considera que la pasión no desaparece por sí sola, a veces nosotros la mandamos a volar, y otras la dejamos atrás pasivamente, como cuando no contestamos una llamada insistente, que al final se cansa y desaparece.
Por ello, te propongo considerar eliminar algunos posibles hábitos que contribuyen a dañar nuestras relaciones sexuales.


Acostarse separados.





Es cierto que la pareja se compone de dos personas distintas con sus horarios de trabajo diferentes, sus disparejas aficiones (por que naturalmente no deben coincidir siempre), sus costumbres y sus diversos rituales cotidianos.

No me malinterpretes, es absolutamente normal y saludable destinar la ultima hora del día a actividades que nos guste hacer en soledad, como leer, ver televisión, usar el computador, etc. Sin embargo, hay que vigilar que esto no se convierta en una costumbre rígida e inamovible, que nos haga llevar dos vidas en paralelo, y que al final del día nunca coincidamos con nuestra pareja, ni siquiera en el momento de acostarnos, y se forme un hábito el acostarse a horas diferentes, lo cual obviamente, a medio y largo plazo, pueden deteriorar nuestros encuentros sexuales.


Engañar o fingir gustos sexuales.





Empezaste callándote algo de la relación sexual que no te agradaba tanto, o incluso ni te gustaba, para no hacer sentir mal a tu pareja o para evitar un conflicto, y puede que ahora, meses o años después, la mentira se haya convertido en un mal hábito que resta puntos a tu satisfacción sexual.

Ya es habitual que incorpores ese elemento negativo como es fingir u ocultar algo, porque ¿Cómo decirle ahora que cuando te toca ese punto no sólo no te gusta, sino que te da una sensación desagradable? ¿Cómo decirle ahora que esa posturita ya no te apetece? ¿Cómo comunicarle que no te gusta nada que te bese ahí?

Pues hablando, sí, hablando. No hace falta que interrumpas bruscamente la relación íntima y te sientes a dar un discurso. Busca un momento neutro donde ambos puedan hablar de cambios positivos en su vida sexual.


Empezar siempre la relación sexual en horizontal.




Sí, entiendo que posiblemente ya llevan algunos años juntos, y es bastante cómodo estar tumbados y tener sexo, pero: ¿es necesario que siempre el sexo comience mientras están tapados con el edredón y con el pijama poco sexy de siempre?


¿Dónde ha quedado lo del desnudarse mutuamente de pie mientras se van mirando y, de paso, con alguna ropa un poco más atractiva a la vista y al tacto?
Que vivan juntos o que lleven años juntos, no es excusa para que se hayan acostumbrado a omitir este paso que es fundamental dentro de la seducción.

Ir directo al grano.





Esta puede ser una modalidad válida para algunas ocasiones, pero transformarla en hábito es empobrecer las relaciones sexuales, privándolas de todos los matices que añaden los juegos precoitales.

La sexualidad es mucho más que la genitalidad, y todos los juegos previos a la penetración conceden el espacio necesario para el despertar del deseo y los sentidos.



Olvidarse de los juegos de seducción y la conquista.





Tener relaciones sexuales con una pareja estable no es excusa para eliminar el componente de seducción y de conquista en la intimidad. No des por hecho que la atracción sexual se mantiene sola de por vida, no, hay que alimentarla y cuidarla.

Permanece receptivo a propuestas de tu pareja y deja entrar en tu vida nuevamente a la creatividad.

Regálate la oportunidad de mejorar tu vida sexual y por ende tu bienestar en pareja, y si te es difícil, aún con estas sugerencias, recuerda que siempre puedes acudir a un sexólogo para que te guíe en esa búsqueda de bienestar. Sígueme en otras redes, seguramente encontraras tips útiles. O sugiereme programas para mi canal de youtube Sexologa Giovana Cueva.

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